El Comité de Política Monetaria del Banco Central decidió mantener la tasa de política monetaria en 40%. Entre los argumentos que esgrimió para no mover el nivel, mencionó en su comunicado que "los indicadores de alta frecuencia muestran una aceleración de la inflación en junio".

El aumento de los precios que se espera en el año es, básicamente, producto de la suba del dólar. En lo que va de 2018 subió 48% el tipo de cambio. "El Banco Central sigue manteniendo un sesgo contractivo de la política monetaria", dice la consultora ACM.

"El Consejo de Política Monetaria reconoce la presencia de riesgos de mayor inflación a la esperada en caso de un traspaso del tipo de cambio a los precios minoristas mayor al previsto", señaló el comunicado del banco este martes. Las estimaciones de las consultoras privadas anticipan una inflación cercana a 4% para junio. Elypsis calcula 3,8%.

Según la estimación del Gobierno que figura en el acuerdo con el FMI, la inflación esperada se encuentra entre 25% y 32% este año. "Las autoridades del BCRA se comprometen a seguir monitoreando el comportamiento de la inflación en los próximos meses, decididos a introducir acciones correctivas en caso de ser necesarias para lograr su meta de inflación", puso el banco hoy en su comunicado.

En el relevamiento de expectativas del Banco Central del mes de junio se registró que la inflación esperada para este año es 30%. Los analistas esperan que, tras un aumento producto de la devaluación del peso entre abril y junio, la inflación vuelva a caer en los próximos meses hasta ubicarse en un 1,8% mensual en el último trimestre del año.

La entidad que conduce Luis Caputo anunció además modificaciones en la política monetaria. La más significativa será que recurrirá a nuevas herramientas para bajar la inflación, además de las tasas como venía administrando Federico Sturzenegger en la gestión anterior. Ahora, Caputo complementará esa tarea con un monitoreo de los agregados monetarios. Un ejemplo de ello ha sido el aumento de los encajes dos veces en los últimos veinte días, o sea, la baja del dinero en circulación de la economía.

"Las nuevas autoridades han decidido que para alcanzar la inflación de un dígito no se puede utilizar solo la tasa de interés y por lo tanto el esquema va a ser complementado por un monitoreo más de cerca del crecimiento de los agregados monetarios", dice ACM en su informe.

El Banco Central, en su informe, toma nota de que la base monetaria amplia -el dinero en circulación más las reservas de los bancos en el BCRA-, presenta un crecimiento de 27,6% interanual, un ritmo que se encuentra por debajo de la inflación interanual que se ubica cerca de 30%.

Alberto Ades, economista, señala en cuanto al cambio de la estrategia de la política monetaria que "Hay que distinguir el objetivo del instrumento. El objetivo es la inflación pero al instrumento de tasa se le suman los agregados monetarios".

Por su parte, Federico Furiase, economista del estudio Eco Go, dijo que "Desenchufada la maquinita asociada al financiamiento monetario directo y a la compra de dólares al Tesoro y la promesa de mayor ajuste fiscal, ahora habilitan un control de agregados monetarios para darle mayor credibilidad al compromiso anti inflacionario en función de las metas de inflación pautadas".

Otras dos novedades del comunicado del Banco Central fueron que harán más transparente las decisiones del comité sobre el nivel de las tasas de interés y que desde ahora el anuncio será mensual en lugar de quincenal: el próximo comunicado de política monetaria se publicará el 7 de agosto.