Las casas consignatarias que operan en el Mercado de Hacienda de Liniers  se pronunciaron, por amplia mayoría, a favor de un proyecto para construir un nuevo mercado concentrador en la localidad de Cañuelas, cuya gestión será realizada por el sector privado y que no dependería de una concesión del Estado, como sucede desde 1992.

Fuentes cercanas a esa negociación revelaron a Télam que la opción de trasladar el mercado ganadero a Cañuelas se impuso finalmente, en una votación realizada anoche, a la otra alternativa que estaba en danza, que era mudarlo a un predio de 10 hectáreas en el partido de Ezeiza, lindero al que ocupa la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y perteneciente al Estado Nacional.

De todos modos, el plan aprobado por las casas consignatarias que integran Mercado de Liniers SA, la firma que a principios de los años 90 recibió la concesión del predio de Mataderos luego de su privatización, deberá pasar todavía por el filtro del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, aclararon las fuentes, que hablaron de negociaciones avanzadas.

La concesionaria del predio de Mataderos, que desde 1901 se destina al comercio del ganado en pié, debería devolverlo el 31 de diciembre.

Las 34 hectáreas, que aún ocupa el mayor mercado concentrador de hacienda del país, pertenecen al Ministerio de Agroindustria, pero ya se decidió que serán cedidas a la administración porteña para llevar a cabo diferentes planes de urbanización.

Mercado de Liniers SA, que está integrada por 56 intermediarios de ganado y tiene un plantel de unos 150 empleados a cargo, firmó un "convenio de desocupación" con el Gobierno porteño que no contempla la posibilidad de una prórroga.

Además, en diciembre vencerá la más reciente extensión de los plazos contemplados en la Ley 622 de la Legislatura, que "prohíbe el ingreso de ganado vacuno en pie en todo el territorio de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires con la excepción de aquellos destinados a exposiciones, ferias o actividades científicas, culturales o deportivas".

Esa ley fue sancionada en 2001 pero su puesta en vigencia fue postergada una decena de veces.

Al definirse por adquirir un terreno en Cañuelas para montar allí un nuevo mercado 100 por ciento privado, los consignatarios también decidieron entablar negociaciones con el gobierno de la Ciudad para obtener un última prórroga, que les permita completar las obras sin necesidad de detener su flujo de negocios.

Por el Mercado de Liniers pasan cerca de 1,2 millones de cabezas de ganado al año, que representan cerca de un 10 por ciento de la faena total de bovinos de la Argentina.

De todos modos, ese centro concentrador tiene una gran relevancia a la hora de determinar los precios de referencia para todo el sector.

Las fuentes consultadas revelaron que el grupo de consignatarios que impulsaba esta salida ya identificó un campo en Cañuelas para concretar la mudanza, que estaría ubicado en un punto estratégico, cerca de la intersección de las rutas nacionales 3 y 6.

Allí piensan realizar los remates tradicionales de hacienda para faena pero además incorporar otros negocios, como la venta de terneros para invernada tan frecuente en las ferias del interior del país.

Además, intentarán atraer a empresas del sector agropecuario que quieran radicarse en el lugar y levantar una planta para producir biogás y energía eléctrica a partir del excremento de los bovinos, generando una suerte de polo agroindustrial.

Los nombres en danza para bautizar el nuevo centro de negocios ganaderos podrían ser "Mercado Expres" o "Mercado Abierto Argentino".

La segunda opción en danza, que era mudar el mercado ganadero a Ezeiza, surgió a propuesta del intendente de ese partido, Alejandro Granados, pero fue desechada por la mayor parte de las casas consignatarias debido a que el terreno era más reducido que el actual predio de Liniers y además eso hubiera implicado mantener la concesión y la dependencia con el Estado.

Granados hizo esa propuesta luego de que la intendente de La Matanza, Verónica Magario, presentara en 2017 un recurso de amparo en oposición a la primera de las alternativas que se había barajado, que era la reubicación de los corrales de Liniers en terrenos cedidos por el Mercado Central de Buenos Aires, en la localidad de Aldo Bonzi.