Desde la creación de la Agropecuaria de la Fuerza Armada Bolivariana en agosto de 2013, la escasa oferta de insumos de la que dispone la estatal Agropatria es distribuida en su mayor parte a la empresa agrícola militar y la entrega se limita a las asociaciones privadas afiliadas a Fedeagro, aseguraron productores.

A medida que las distribuidoras privadas dejaron de recibir divisas oficiales a fin de importar los insumos para el campo, Agropatria –anteriormente Agroisleña hasta que fue expropiada, en octubre de 2010, por el presidente Hugo Chávez– se convirtió en la única fuente de suministro para el sector agrícola privado. Sin embargo, productores aseguran que el reparto no ha sido equitativo.

“Somos de segunda categoría para Agropatria. Se trata de una competencia brava que ha afectado la producción de las asociaciones privadas por la exigua atención que recibimos de la empresa encargada de suministrarnos los insumos necesarios para las siembras”, afirmó Celso Fantinel, primer vicepresidente de Fedeagro.

Los productores señalaron que en 2017 solo recibieron del gobierno 30% de los suministros que requerían para cumplir con los programas de producción.

“El año pasado le llegó de primero, a tiempo y en abundancia a los programas oficiales, entre ellos, a Agrofanb, mientras que nosotros lo recibimos tarde y siempre nos faltó”, aseguró José Luis Pérez, director de Fedeagro.

La escasez de insumos es una realidad que no se veía cuando existía Agroisleña. “En ese entonces, prácticamente no nos faltaba ninguno de los productos. Teníamos facilidad de adquirirlos en cualquier época y más facilidad de pago. También contábamos con insumos adicionales como repuestos, e implementos agrícolas como rastras, equipos de bombeo y motores para riego. Una ventaja que hoy no existe”, aseveró.

Pero el problema no solo ha sido el abastecimiento de insumos. A pesar de que en los últimos 10 años la producción de maíz blanco y amarillo cayó de 2,4 millones a 1 millón de toneladas, los productores de estos rubros deben vender 20% de la cosecha a Agropatria, cuyo beneficiario es la Agrofanb, de acuerdo con un convenio que firmaron para poder comprarle los insumos a la estatal.

Esta medida también afecta a los productores de arroz. Pérez señaló que ellos también deben venderle a Agropatria 20% de su producción, la cual se redujo en los últimos 4 años. De 230.000 hectáreas sembradas disminuyeron a 135.000 hectáreas sembradas en los 2 ciclos (verano e invierno).

Según cifras oficiales, las hectáreas sembradas por Agrofanb han aumentado. El vicealmirante José Gregorio Aguilera, presidente de la agropecuaria militar, aseguró en un acto con el presidente Nicolás Maduro, en septiembre de 2017, que de 1.000 hectáreas sembradas el primer año de producción (no precisó fecha) pasaron a 18.900 hectáreas en el segundo año (tampoco precisó fecha), solo con cereales, hortalizas y leguminosas. Acotó que en el ciclo de invierno del año pasado llevaban sembradas 104.000 hectáreas de maíz y arroz. Sin embargo, esa cantidad, de acuerdo con Fantinel, solo alcanza para satisfacer 8% del consumo nacional.

Aguilera asegura que la actividad de Agrofanb crece, pero Fedeagro advierte que la producción privada ha caído y que de una cobertura de 70% de la demanda hace 10 años, ahora apenas llega a 30%. Las causas, asegura, son: el desabastecimiento de agroquímicos, repuestos y cauchos; la intervención de la propiedad privada, la caída de los precios reales al productor, la inseguridad rural, la obsolescencia de la maquinaria, la dispersión de la inversión pública y el crecimiento exponencial de los costos de producción.

Aunque en el decreto publicado en la Gaceta Oficial Nº 40234 del 22 de agosto de 2013 se establece que Agrofanb fue creada con la intención de “producir, procesar y distribuir productos agropecuarios para satisfacer las demandas” de la institución castrense, en 2016 la gerente de producción de la empresa agropecuaria, ingeniero Jazmín Florio, informó que 95% de lo que se produjo fue para el sector civil de la población y solo 5% para la FANB.

“¿Por qué un militar debe dirigir una actividad económica cuando su formación es para defender el territorio nacional?”, inquirió un productor que prefirió no identificarse, refiriéndose al vicealmirante Aguilera. Para él, el funcionario ejerce dos funciones cuestionables: “Tiene una posición privilegiada al presidir no solo Agrofanb sino también Agropatria”. El último cargo lo ocupa desde diciembre de 2016 según la Gaceta Oficial N° 41054.

“Aguilera se convirtió en el dueño del monopolio de los insumos. Ahora él tiene preferencia de vendérselos a Agrofanb mientras que Agropatria no nos quiere vender”, dijo la fuente.

Otro agricultor, que pidió no citar su nombre, aseguró: “A nosotros nos están dejando sin semillas. Se supone que para esta fecha las asociaciones de productores deberían tener en sus almacenes todos los suministros que necesitan. Estamos más cercados y disminuidos en el abastecimiento de insumos para sembrar”.

El control de la alimentación

La presencia de militares en el sector agrícola se acentuó desde la creación, en julio de 2016, de la Gran Misión Abastecimiento Soberano y Seguro, presidida por el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López. Con el Comando para el Abastecimiento Soberano, que se creó en septiembre de ese mismo año, a la FANB se le concedió el dominio sobre la distribución de alimentos y otros productos. Al frente de cada uno de los 18 rubros, entre ellos lácteos, azúcar y arroz, fue designado un general o alto oficial.

En la Gaceta Oficial N° 41325, del 22 de enero de este año, el Comando para el Abastecimiento Soberano hizo nuevos nombramientos. El general de brigada José Gregorio Pérez fue designado como coordinador del sector lácteo y el general de Brigada Ludwing Palima Cisneros como coordinador del sector azúcar.

Además en los puestos clave del sector alimentación solo hay militares. Desde el año pasado, el mayor general Luis Alberto Medina Ramírez dirige el Ministerio de Alimentación, anteriormente el cargo lo ocupaba el general Rodolfo Marco Torres. En 2016 el presidente Nicolás Maduro designó al piloto de la aviación Wilmar Castro Soteldo como ministro de la Agricultura Productiva y Tierras.

Rostros

Vladimir Padrino López. No solo es el ministro de la Defensa, también preside la Gran Misión Abastecimiento Soberano y Seguro desde su creación en julio de 2016.

Wilmar Castro Soteldo. El militar y piloto de la aviación fue nombrado ministro de la Agricultura Productiva y Tierras en 2016 por el presidente Nicolás Maduro.

Luis Alberto Medina Ramírez. El mayor general preside el Ministerio de Alimentación desde 2017. Con él, por décima vez un militar ha ocupado el cargo desde 2004.

José Gregorio Aguilera. El vicealmirante no solo es presidente de la “empresa de producción social” Agropatria, anteriormente Agroisleña, sino también de Agrofanb.