Cambiemos se fortaleció en las elecciones de hace diez días. Inmediatamente, planteó una ofensiva política y judicial, que muestra no sólo una lectura favorable de los resultados en las urnas, sino también el mejor humor Presidencial. Ahora se siente reforzado y se apura para instalar, de manera definitiva, su proyecto de largo plazo.

Veamos algunos síntomas del cambio, en Cambiemos:

• Dado que la Justicia ordenó desplazar del Consejo de la Magistratura al Senador F.P.V. Ruberto Godoy, por no tener título de abogado, Cambiemos logró los dos tercios para promover la remoción del Juez Freiler. Toda una señal al Poder Judicial, como poder de Estado y un buen indicador de probables variaciones en la actitud de los magistrados.

• Ante la visiblemente deshilvanada marcha de la CGT y la CTA del día de ayer, el Ejecutivo despidió a dos funcionarios a cargo de -planes de salud de obras sociales y -manejo de Cajas que habían sido cedidas a facciones del gremialismo; cuyos “jefes” propiciaron la innecesaria movilización.

• Se fortaleció la conducción del Banco Central, en dos sentidos: a) aprovechamiento al máximo de la oportunidad para, vista la baja del Dólar, mantener (y no aumentar) la tasa de interés de referencia, de modo de conseguir una absorción monetaria consistente con la menor inflación esperada para Agosto y b) convocatoria a integrar el Directorio de la Autoridad Monetaria, a Nielsen (vinculado al Frente Renovador) y a Marina dal Poggetto (relacionada a Bein, ex economista de Scioli, en 2015).

• Se cerró un Acuerdo Nación–Provincias para el envío al Congreso de un nuevo Proyecto de Ley de Responsabilidad Fiscal, junto con el Presupuesto 2018. Se propicia: a) límite a la tasa nominal de incremento de Gasto Primario Corriente (no podrá superar a la tasa de inflación); b) topes al empleo público (a partir del 31/12/17 se incrementará menos que la tasa proyectada de aumento poblacional, de cada jurisdicción); c) cada provincia creará un Fondo Anticíclico, con recursos excedentes en los años de bonanza fiscal y d) el nivel de endeudamiento provincial será tal que sus Servicios no superen el 15% de los Recursos Corrientes, netos de Transferencias por Coparticipación a Municipios. No es un gran avance, pero es una clara señal en materia presupuestaria, ya que -con este acuerdo preliminar- la Nación puede limitar las Transferencias discrecionales para Gasto Corriente.

• Se difundió, para conocimiento del Círculo Rojo y los formadores de opinión, que Cambiemos espera un mejor resultado electoral en Octubre y pone en carrera para la re-elección en 2019, tanto al Presidente Macri, como a Rodríguez Larreta y Vidal.

La mala noticia, en este contexto, es la inflación mayorista del mes de Julio: 2,6% mensual. Era obvio que iba a ser más alta, ya que se apilaron muchos aumentos de precios regulados, a principios de ese mes. Pero no estaba previsto que, por ejemplo, los valores de los productos importados crecieran un 3,8%; dada la modificación de la paridad cambiaria.

No se conocen datos fehacientes sobre la inflación núcleo de Agosto, pero se puede abrigar cierto optimismo con respecto a la misma, por dos razones: a) la visible mejora fiscal, que se comentará más abajo y b) el notorio poder de fuego del Banco Central para fijar un techo al Tipo de Cambio, mientras conduce firmemente el control de la liquidez monetaria rumbo a la meta del 1% mensual de inflación.

“Por fin mi perro cazó una mosca”

Ya habíamos planteado, en una nota anterior, la mejora desde Abril, en la coordinación de las políticas monetaria y fiscal. El Resultado del Sector Público Nacional conocido ayer, es una demostración de un cambio de conducta positivo:

• Las tasas de crecimiento anual de los componentes de las Cuentas Públicas son asombrosamente diferentes entre Abril y Julio. De crecer un 38% i.a., el Gasto Primario pasó a 22,9%. En Recursos Tributarios, se pasó de 33% (todavía con algo del blanqueo) al 27,9%. Como se ve, de 5 puntos de diferencia en favor del gasto, se pasó a 5 puntos…a favor de los recursos. No se modificó la conducta en Gastos de Capital (de 67 a 66% de suba). Los Resultados Primario y Financiero, que habían crecido 71 y 187% (fuertes vencimientos de títulos públicos) en Julio muestran una impactante mejora (-9,3%) en el Primario y un aumento de apenas el 18,6% en el Financiero.

• Se está arribando a una especie de norma de gasto, por la cual a nivel primario se distinguen meses “normales” con un desequilibrio en torno a los M$ 21.500 mensuales y cada mes de aguinaldo, con una suba equivalente a unos MU$S 35.000. De mantenerse esta conducta, se lograría un desequilibrio de apenas un 3% del PBI (4,2 era lo presupuestado) o sea una necesidad de financiar menos de M$ 300.000, cuando la pauta original era M$ 409.000.

• La Cuenta de Subsidios Económicos (servicios públicos) disminuye 29,3% en Julio, en tanto crecía 24% en abril. Los Gastos de Funcionamiento, que en aquel mes subían al 42%, ahora crecen al 30,8% (de cualquier manera superan en 9 puntos a la inflación interanual).

Esta mejora fiscal puede facilitar el control de la Base y el Circulante monetarios, que han venido creciendo, entre Enero y Agosto, al 7,3 y 9,7%, respectivamente (contra una inflación estimada de 14-15%), lo cual no impidió que los Préstamos al Sector Privado aumentaran en el mismo lapso, 16,5 y 53,0% en pesos y en dólares, respectivamente. Se pone en evidencia que no hay una vinculación estricta entre la política de Tasas y la expansión del crédito. Los valores de referencia de los Pases colocados por el Banco Central (26,25% anual) superan levemente a la inflación anual que hoy podría estimarse en torno al 21-22%.

¿Por qué se da esta situación?. La creación de Base Monetaria, hasta el 17 de Agosto, fue de unos M$ 60.000, alimentada por Transferencias al Tesoro por M$ 92.192 y Compra de Divisas al mismo Tesoro Nacional, por M$ 112.144. Como se ve, el financiamiento público es la principal causa de la expansión de Base, lo que obligó a colocar LEBACs por M$ 152.067, para lograr el resultado enunciado.

La regla para obtener el 1% de inflación núcleo a la mayor brevedad, debiera ser que el Tesoro Nacional se haga cargo del financiamiento del Déficit Primario que, como se vio no es exorbitante, hasta que llegue la hora de pagar los aguinaldos. Con un poco de esfuerzo, se puede postular, para el año 2018, un Déficit Operativo inferior a 2,5 puntos del PBI, que requeriría de bajo financiamiento monetario por el Banco Central. Se permitiría el logro de una inflación menor al 10% anual, tras el citado acuerdo Nación-Provincias.

Asoma una política fiscal razonable de mediano plazo. No es tan fácil promover una reducción mayor del Desequilibrio Primario, ya que la mitad del porcentaje postulado se debe al Desequilibrio Corriente del Sistema Previsional y, hasta que entre en vigencia una reforma socialmente aceptada, no será sencillo lograr su eliminación.

Por Lic. Jorge Ingaramo
Fuente: Años de Campo