El asado de los domingos, ¿una tradición argentina cada vez más lejana? En 2007, el salario promedio de un trabajador formal le permitía comprar 236 kilos de asado, mientras que hoy sólo puede llegar a los 206 kilos. Es que en la última década, el precio del asado aumentó 14,5 veces, mientras que los salarios crecieron 12,8 veces, según un informe de las consultoras Ecolatina y Key Market. Así, en 10 años, cayó 13% la capacidad de compra de asado del salario.

Sin embargo, el resto de las carnes, como pollo y cerdo, mejoraron su posición relativa respecto al salario y hoy se puede comprar más cantidad que hace 10 años atrás. "El cambio relativo de precios acentuó la compra de la carne avícola y porcina frente a la carne de vaca en la mesa de los argentinos. No obstante, los incrementos de precios de los tres tipos de carne se ubicaron por encima de la suba del índice general de precios", explicó el informe de la consultora, que destacó que el consumo de carnes representa casi el 9% del gasto de los hogares argentinos y el 5% en el caso de la carne vacuna.

Sin embargo, el aumento de precios no cambió la posición de la Argentina como el mayor consumidor per capita de carne de bovina en el mundo, con 55,8 kilos por habitante en 2016, un 56% más que lo que consumen los países de mayores ingresos per capita (países desarrollados). De manera adicional, es el segundo a nivel global, después de Estados Unidos, si se suma al pollo y al cerdo (112,2 kilos por habitante).

Según Ecolatina, el cambio de la política macroeconómica y agroindustrial impulsado del Gobierno nacional, generó mejoras condiciones para el sector cárnico, pero con la estabilidad del dólar hasta junio y el aumento de precios internos, la competitividad del sector se vio amenazada. "El alza del precio interno del maíz tras la quita de retenciones, sumado a los aumentos autorizados de los combustibles y los incrementos de salarios, en un contexto de atraso del tipo de cambio, fueron deteriorando la competitividad externa", indicaron. Durante 2016, el precio en dólares promedio en gancho del novillo argentino fue 32% mayor al de Brasil y 6% más alto que el de Uruguay. Y el precio del cerdo en pie en Argentina se ubicó un 42% por encima del de Brasil.

Sin embargo, los especialistas consideran que hay factores que atenúan la situación: con la disminución del precio del maíz, la reciente suba del dólar y el incremento por un año de los reintegros a la exportación de carne se proyecta una mejor performance para el sector exportador en la segunda parte del año.

"El mercado externo demanda cortes de animales de alto peso y alimentados a pasto, particularmente de los novillos. A marzo de 2017 esta categoría representa 5% del stock total de bovinos, mientras que hace 10 años atrás concentraba el 10%", detalló el informe elaborado por las consultoras. Además, en los últimos años tomó protagonismo el engorde a corral (feedlot), donde se alimentan los animales a base de granos en lugar de pasto.

Con todo, para el segundo semestre se espera un mejor desempeño del sector. "La mejora del poder adquisitivo y la disminución del desempleo a partir de la reactivación de la economía, traccionaría la demanda interna impactando positivamente en la oferta", señaló Ecolatina.

Brasil resulta una amenaza para la producción local de carne porcina, dado que la sobreoferta en el mercado brasileño podría volcarse al mercado interno argentino. En este sentido, las importaciones de carne de cerdo crecieron 102% en los primeros seis meses del año, y provienen casi en un 90% del vecino país. Los niveles son bajos todavía para el sector, pero comienza a encenderse una alarma entre los productores locales.

En cuanto a las exportaciones, mostrarían una mejor performance en las carnes vacunas y avícolas por la apertura de mercados y mayores niveles de competitividad por el incremento de los reintegros a las exportaciones.