Veíamos que la producción mundial de leche del año 2016, fue prácticamente igual a la de 2015, pero con la particularidad que se dio un crecimiento en la mayoría de los países del hemisferio norte, a la inversa de lo ocurrido en los países lecheros del hemisferio sur, que en general descendieron en su producción.

Como puede observarse en el cuadro los volúmenes de crecimiento en un hemisferio y los de caída en el otro son muy similares, aunque pequeñas subas porcentuales en el hemisferio norte (+1,0%), compensan importantes caídas porcentuales en el hemisferio sur (-5,7%), producto de la gran diferencia de tamaño de ambas lecherías.

Varios son los aspectos que podemos concluir:

-          Como ya lo venimos indicando, la oferta pasó a tener un rol preponderante en el balance lácteo mundial y por ende en la magnitud y volatilidad de los precios.

-          El gran tamaño de lecherías como las de la Unión Europea y Estados Unidos y lo reducido del mercado mundial (+/- 10% de la producción total), hacen que pequeñas variaciones en la producción de estos bloques/países, generen grandes cambios en el comercio mundial.

-          Más allá del comportamiento del clima que obviamente juega un rol fundamental, es evidente que cuestiones como políticas sectoriales, infraestructura básica y de producción, financiamiento, sistemas productivos, gestión empresarial, entre otras, juegan un rol muy importante en la estabilidad productiva que diferencia a ambos lados del globo.

En el gráfico siguiente se pueden ver las diferencias estacionales de producción de ambos hemisferios y dentro de esa estacionalidad la variación del último año.


Fuente: OCLA