En mi última actividad como Gerente de producción agrícola-ganadera, siempre me maravillé de un Encargado de sección (Ismael Díaz, de Carlos Casares) que no perdía oportunidad para sugerirme nuevas formas o posibles soluciones para los problemas que enfrentábamos en nuestro crecer diario. Siempre “aparecía” con iniciativas y  tenía en mi persona, su superior directo, una mente abierta para escucharlo y tomar nota en serio sobre la factibilidad de concretar sus propuestas. Formamos con Ismael un equipo de dirección ejecutivo y exitoso y con este sencillo artículo le expreso mi reconocimiento y mi inspiración. Es así que, por entonces mediados de los 90,  acuñé el término “que la iniciativa es sagrada” y comenzé a preguntarme desde entonces,  de dónde surge la iniciativa en las personas,   por qué unas personas tienen más iniciativa y más inquietudes que otras. Es un misterio, pero vale la pena reflexionar sobre el mismo.

  Hace 14 años ya que en mi actividad como selector de personal, he tenido la oportunidad y el privilegio de conocer mucha gente que al analizar su trayectoria laboral hasta ese momento, (y seguirlos en su nueva posición) han demostrado, entre otras capacidades,  un destacado nivel de iniciativa y de Proactividad, que es el término moderno que se le asigna.
 
  Me puse a analizar cuáles son las características personales y distintivas de estas personas. He concluido que, en general, presentan algunas de las características que paso a enumerar, aclarando que muy probablemente,  algunas característica se “solapan” con otras.

1- Visión optimista de la vida.  El optimista es una persona que cree que siempre podrá hacer más, que siempre hay una instancia mejor, pero también sabe que hay que construir ese futuro. Siempre pensé que la palabra “porvenir” como sinónimo de futuro, no es del todo acertada, dado que etimológicamente da una leve noción de espera de lo que  estará “por venir”. El optimista toma siempre la iniciativa, porque no duda en ir en pos de ese “por construir” que mejorará/modificará la situación actual.

2- Elevada autoestima. Cuando las personas “se tienen mucha confianza” que pueden lograr las cosas, ese es un gran activo intangible en las empresas, porque es la condición necesaria para que los planes de acción, se puedan concretar. Cuando una persona tiene fuerte autoconfianza, muy probablemente tendrá también mucha iniciativa y energía para llegar a cumplir las metas. ¿De dónde surge la fuerte autoestima? Esta es otra interesante pregunta,  y seguramente tendrá mucho que ver con la educación, con los valores familiares y con familias/padres muy sólidos en el apoyo y estímulo de ese niño/a desde muy temprana edad.

3- Valentía. Desde esta perspectiva, la valentía puede ser definida como lo opuesto al  “no te metás”. Una persona con iniciativa es una persona decidida, corajuda y audaz,  porque sabe que lo que está proponiendo implica un esfuerzo, implica encarar un cambio y muy probablemente  implique “molestar” a sus superiores. Hemos observado que muchas veces, las personas no se animan a presentar sus iniciativas por temor a una mala reacción de su jefe.

4- Sentido del Humor- Normalmente, la “buena onda” tiene que ver con el optimismo y  la autoestima. Las personas con iniciativa saben que se les podrá dar cause o no,  y si una iniciativa no es correspondida, no se preocupan, lo toman con cierta filosofía porque saben que habrá otra oportunidad, que habrá otro momento para plantear el tema o para pensarlo mejor y/o reenfocar el planteo.

5- Mentalidad Ganadora.  Quien tiene una iniciativa y decide presentarla o ejecutarla, es porque está seguro que es para mejorar, que  significa para la empresa una instancia superadora. Y mejorar puede significar para el negocio, lograr ventajas competitivas, lograr mayores ventas,  brindar mejores servicios,  lograr clientes contentos y fieles, ser más eficiente en los procesos de producción, capturar nuevas oportunidades de negocios, posicionar mejor la marca, etc.

6- Disposición al cambio. Quien presenta una iniciativa, es nada menos que para CAMBIAR, que es la palabra tan temida en todas las organizaciones. Cambiar nos saca de nuestra zona de confort, “desestabiliza” a todas las personas,  tanto a los de 20 años como de 60 años.  Hay que ser muy valientes y osados para cambiar.

7- Serán los futuros líderes de la Organización. Todos sabemos que los líderes nacen pero también se hacen. Este famoso dilema ya está resulto. Estos dos aspectos están indisolublemente unidos.  Yo creo que la característica distintiva del “nacimiento” de un/a líder, es su iniciativa, sus ganas de hacer, su empuje y su coraje. Sobre esa característica innata como condición necesaria pero no suficiente, hay que trabajar para darle el contexto de aprendizaje y formación como líder. (acotamos  de paso, que la segunda característica necesaria, “sine qua non” de un futuro líder, es la capacidad de empatía). La iniciativa conlleva el concepto de “capacidad de influencia”, como para convencer a quien corresponda para que la misma sea considerada y evaluada. Esta capacidad es la esencia del liderazgo.

8- Son los “intra-preneurs” de las empresas. Un empresario también es conocido por el término francés de “entrepreneur” que quiere decir emprendedor, o fundador/creador de su propia empresa.  Los “intra-preneurs” son lo emprendedores dentro de la organización. Esta nueva denominación se encuentra en todos los libros modernos de management, y significa nada menos, que las personas que dentro de la empresa, tienen iniciativa, se presentan con nuevas propuestas, quieren mejorar la organización como si fuera su propia empresa (nada menos!!!!). Es una forma de canalizar toda la energía y entusiasmo que esa persona tiene y que hubiera canalizado hacia una empresa propia, de haber tenido la oportunidad, en un contexto país más favorable para los jóvenes emprendedores. La empresas no pueden “darse el lujo” de perder a estos “intra-preneurs” no atendiendo sus iniciativas.

9- Son ejemplos para los demás. Es altamente probable que estas personas con mucha iniciativa, vayan progresando y ascendiendo dentro de la empresa. De esta forma, casi sin proponérselo,  se constituyan en verdaderos referentes y ejemplos para los demás. Por contagio y por emulación. Una situación claramente virtuosa.

10- Interés y Compromiso por su tarea.
El mensaje que una persona con “mucho empuje” le está transmitiendo a su superior directo es muy claro: “ me encanta lo que hago, deseo hacerlo mejor (este es el “misterio” de la iniciativa), me comprometo a hacerlo si me da la oportunidad”. Una persona que razona así es un “!A+”  o “Sobresaliente y Felicitado” para cualquier empresa.

11- Expresión de Alto nivel de Energía.

Se requiere energía para pensar o visualizar una iniciativa, energía (y valentía) para proponerla, y energía para ejecutarla.

La Iniciativa y la Motivación.

   Muchos pedidos de búsquedas laborales dicen: “Buscamos una persona altamente motivada…” También se escriben innumerables artículos sobre “Cómo motivar y retener a su personal” y artículos sobre “Liderazgo”.
   Nosotros creemos que las personas estamos esencialmente “automotivados” y esa automotivación una de las formas en que se manifiesta, es a través del nivel de iniciativas de las personas. Que se puedan manifestar y atender estas iniciativas dependerá en gran medida la retención de nuestro personal y el desarrollo de nuevos líderes.

¿Cuáles son los factores que impiden que se manifieste la iniciativa en las empresas?

Lamentablemente en nuestra labor profesional, comprobamos a diario que muchos empresarios no tienen registrada a la iniciativa como “Sagrada” y por lo tanto no la cuidan ni la fomentan,  perdiendo de esta manera magníficas oportunidades de grandes saltos cualitativos de sus empresas y  de su personal.

Estas reflexiones quedarán para otro artículo.

Por Federico L. Pike - RR.HH - Agrositio.com

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