Revista Agromercado – Septiembre 2010, autor Ricardo Bindi

A lo largo del mismo se generan también nuevas relaciones, redes y comunidades de afinidad. Entre lo mucho que pude aprender, la experiencia sobre la relación con los CREA del Uruguay, es para compartir.  Sobretodo con los que piensan en crecer integrando y uniendo.

El Congreso Nacional CREA 2010 fue realmente espectacular. Más de 5.000 productores y miembros de la cadena agroindustrial participando presencialmente, más otros 2.800 a través de Internet. Tres días seguidos, desde Córdoba y para el mundo. En este tipo de eventos que trascienden las fronteras, uno se encuentra siempre con gente interesante, y con amigos; ese fue mi caso al encontrarme y conversar con Mauricio Rodríguez, Presidente de FUCREA (Federación Uruguaya de los Grupos CREA), y con Diego Sotelo, Coordinador General de la misma. Les pregunté en una charla informal que televisamos por Internet al público,  cómo habían viste al Congreso Nacional CREA y si creían que podía extrapolarse al Uruguay. Lo que más les gustó, es esa cultura que tienen los grupos CREA en Argentina; notan un mayor compromiso en lo que hace a la construcción de Capital Social Nacional, y hay una diferencia de cultura organizacional, y este tema en especial se lo llevan a su país para incorporar en los grupos.

Redes, vínculos y consensos

Les comenté a Mauricio y a Diego que en este Congreso se hablaba mucho de vínculo, redes y consenso; de hecho, algunos de los industriales como Luis María Bernatza, Gerente de Relaciones Institucionales de Techint, decía: “Si hay algo que tienen los CREA, es esa apertura e interconexión, la metodología, y el rigor en las tareas que realizan”. Luego les pregunté cómo es esa vinculación entre Argentina y Uruguay, sobretodo pensando que durante los últimos 7 años, muchos productores argentinos se instalaron en Uruguay por su respeto al campo y a las instituciones. Me contestaron que  se sentían muy bien acompañados por el Movimiento CREA en Argentina, que hay una “relación de confianza” establecida por muchos años. El movimiento CREA uruguayo tiene 5 años menos que el argentino, y los pioneros uruguayos viajaron y estuvieron con Pablo Hary su fundador, y se llevaron la idea a Uruguay, fue de ese modo que nació la semilla CREA en el país.

Cuentan con un número importante de grupos,  45 y en crecimiento, lo que hace que, de alguna manera, CREA nos contemple como un hermano menor, pero hermano al fin que han entendido la importancia de tener, precisamente un movimiento CREA hermano fuerte en otro país. De hecho se han firmado convenios y realizado alianzas con técnicos y directivos, y relaciones informales con los grupos CREA de Argentina.

Enfrentar el cambio

El masivo desembarco de argentinos en el Uruguay fue importante para el país, sobretodo para el sector agrícola que estaba prácticamente devastado. Así llegaron nuevas tecnologías, innovaciones en las formas organizacionales, que es lo que ha generado mayor cambio en Uruguay.

Y al mismo tiempo, este aspecto constituyó una amenaza para nuestros grupos, expresan loa amigos de FUCREA, ya que observaban que los grupos de Argentina traían tecnología, inversiones, se preocupaban por el medio ambiente al igual que ellos. Entonces, comenzó la integración, y hoy hay muchos miembros CREA de Argentina que “cruzaron el charco”. De hecho, uno de los primeros grupos CREA mixto se llamó “Dos Banderas”, ya que contaba con productores uruguayos y argentinos.. Estos procesos los han llevado a representar, de la cosecha de verano, más del 10% de la producción nacional.

Integración público-privada

Comente con Mauricio y Diego, que me parecía que en Uruguay habían comprendido muy bien acerca de la integración público- privada, que “no es que debe haber un Estado benefactor que hace todo”, y que debe marcar las reglas y asegurarse que se cumplan. Pensaron la idea, y me comentaron que la conciencia del uruguayo, y no sólo de “Pepe” Mujica, tiene que ver con lo que pidieron los Grupos CREA de Argentina a Tabaré Vázquez para que tratara en su discurso en el Congreso de Córdoba. Capturar valor y brindar ingresos al país; y todos los disertantes se manejaron en una misma línea, hasta el propio Alejandro Toledo de Perú, sostuvo que es importante que la primera regla sea que un país tenga dinero para poder luego distribuirlo. Y que las rencillas internas en el Uruguay han sido sobre la velocidad con la cual se cubría esa deuda social acumulada de años de dictadura.

Hoy es absolutamente normal que se discutan esos temas, pero desde una plataforma en la cual hay consensos de este estilo. Por eso no les sorprende la política de Mujica, con la cual pueden estar o no estar de acuerdo, pero en realidad todo tiene que ver con esta idea: “un país pujante que aprovecha la oportunidad histórica que tiene y que es la de Uruguay como región agroexportadora”.

El asado de Pepe

Hace 7 años Uruguay exportaba menos carne que Argentina, y creció. Consumía menos carne per cápita y hoy posiblemente más, dicen mis interlocutores; pero sabemos que la Argentina bajó de 72 a 54 kg y posiblemente llegue a 48 kg a fines del 2010. ¿Cuál es el secreto del éxito? Lo que pasó en Uruguay es que todo cambió. Tradicionalmente consumía mas carne de lo que exportaba, la relación era 60% de consumo interno, mientras que el 40% se exportaba, mientras que hoy esa relación no sólo cambió sino que, además se revirtió, ya que estamos exportando casi el 70% de la carne que se faena en el país. Han aumentado el nivel de productividad, lo que se ve claramente en la cantidad de animales de rendición incompleta que tienen hoy en la faena, y es que, cada vez son menores, una proporción importante de animales de 8 dientes, que son animales que tienen unos cuantos años, y que hoy creo que es alrededor del 20% de la faena…

Hay 2 fenómenos que conviven: Uruguay llegó a su pico máximo de faena cuando se ubicó en 2.600.000 cabezas sobre un stock global de poco más de 11 millones de cabezas. Pero eso no fue siempre así. Si analizamos la tasa de extracción de la ganadería, pasamos muy rápidamente y en muy pocos años, de una tasa de extracción del 12% al 25%. Paralelamente se dio el auge agrícola, y la ganadería se desplazó a otras zonas, algo similar ocurrió en Argentina. Bien, en las mejores tierras de uso agrícola del Uruguay, se volcaron a realizar agricultura. La ganadería entonces, pasó a ocupar áreas marginales. Así se dan estos dos fenómenos en simultáneo. Y la gran discusión es que Uruguay ha bajado su stock en 2.200.000 cabezas, aún así con un stock razonablemente estable.

La mesa de la gente, en serio

El fenómeno de la carne y la producción, es un buen ejemplo de todo lo que se viene conversando en este Congreso, me comentan Mauricio y Diego en la charla; por dos motivos, por un lado Uruguay pasó a ser un país con récord de consumo de carne vacuna per capita. Estiman que ya se encuentran por encima de los 70 kg., sería entonces, el país que consume más carne vacuna. Uruguay empezó a trabajar en un escenario en el cual mejoró la capacidad de consumo de la gente. En donde sí vemos una pequeña luz amarilla es en el tipo de cambio, muchas veces, cuando sustituimos exportaciones a mercados de buen valor por consumo interno que le cuesta despegar, aún en un escenario en el cual exportamos más del 60% de la carne, es una luz amarilla que hay que atender.

Tienen un stock de 11 millones de cabezas, pero lo que sí ha pasado es algo tradicional que analizamos con los Grupos CREA. Hoy día la presión de pastoreo es sobre menos área, es decir que tenemos el mismo stock sobre mucha menos área.

La revolución agrícola

Otro fenómeno impresionante es el agrícola. ¿Es cierto que en los últimos 7 años Uruguay pasó de 300.000 has. agrícolas a cerca de 1.000.000 hoy?, les pregunto. Exactamente, me contestan, con una sonrisa y un orgullo contenido por la clásica humildad charrúa. Y de ese millón hoy día, ¿Cómo se ubican los granos y oleaginosas en la balanza de producción? Eso varía de acuerdo a los años, pero un dato importante es que el Banco República, que sería como el Banco Nación en Argentina, otorga un premio a los mayores exportadores. Tradicionalmente estaban nuestros frigoríficos con Conaprole que es la principal cooperativa láctea, y alguna empresa arrocera como Saman. Los resultados que salieron hace 15 días es que hay una comercializadora de granos local que es Barraca Erro, la cual se ubica en los primeros lugares de exportadoras del país, pero además hay otras empresas nacionales e internacionales de gran renombre que están ocupando los primeros diez lugares, lo cual habla del crecimiento del área agrícola y de la capacidad de exportación del Uruguay.

En cuanto al área agrícola, el sistema está cada vez más volcado hacia las rotaciones, cuando tradicionalmente eran dos años de agricultura y cuatro años de pasturas. Ese sistema ha ido cambiando en gran parte del país, ya que hoy se realizan rotaciones entre cultivos. Lidera es la soja, la reina de la rotación por así decirlo, y la secunda el trigo.

Tannat y valor agregado

A través del Instituto Nacional de Vitivinicultura, se dio una reconversión fuerte del sector vitícola, en donde los grupos CREA formaron parte de ese cambio, algo que llevó mucho trabajo e inversión no sólo de parte de los productores, sino también de parte del Estado. Uruguay salió a buscar mercados, sobretodo, por un problema de índole económico. Hoy están transitando eun proceso de especialización y concreción de mercados, y a pesar de que las cosas cuestan mucho, tenemos un buen ejemplo de alianzas entre instituciones, con un proceso de asociación de las carnes con los vinos. De hecho, y gracias al cuarto lugar en el Mundial de Fútbol, están asociando a la selección como referentes con elevado conocimiento mundial.

Vamos la celeste

La selección muestra la sangre, el empuje y al humildad que tiene un país como Uruguay. Qué importante es cuando se puede funcionar en equipo. En el Congreso CREA se habló de una sociedad justa cuando, además de generarse riqueza se da una redistribución equitativa, lo cual se da por el sacrificio de algunos. El Gobierno de Tabaré Vázquez mostró un mayor logro en lo que hace a la incorporación de una sociedad mucho más integrada, una sociedad que ha incluido a un montón de gente que estaba en condiciones de sub-desarrollo, a una vida social decente. Hoy día, el fin de las empresas no es exclusivamente ganar dinero, tienen un fin superior y superador. Para eso hay que incluir a las clases que no están incluidas; todo en un marco de apoyo de una industria agroexportadora y agroalimentaria, que es la que da vida al país, y permite ganar dinero como para poder redistribuirlo.

Un ejemplo de la búsqueda, de las cosas bien hechas. Como dice el canta-autor uruguayo Jaime Ross: “Vamos. Vamos arriba la celeste !!

Revista Agromercado – Septiembre 2010, autor Ricardo Bindi